Sinceramente, solo llegue a contactar la casa de Marijke por intuicion, sincronia y bendicion, por no decir suerte, no más!Sentia que halgome hacia falta, pero bien qué era lo que estaba necesitando, de hecho ni ahora no lo se bien, pero la cosa es que en casa de Marijke y Robert me senti mas en casa, y algo paso que me senti como llenita, como segura, como aterrizada y bienvenida, como parte de estre todo. Fue intenso esta vez, casi cumplo 5 semanas en The Far Side, como llaman ellos a su casa, o lugar. Otamatea Ecovillage está en el borde de Kaipara harbour, dentro de una localidad llamada Kaiwaka. Por Oneriri Road llegas a un camino que te lleva hasta la Ecoaldea y dehecho hay un letrero del Servicio del Transito que indica "Otamatea Ecovillage " por ahi..."
Ciento y tantas hectásreas de cerritos y cerritos, muy predera fifi. 15 sitios componen toda la propiedad. Es curioso como se formó, como comunidad, pues, aunque es una comunidad intencional, los primeros habitantes y los compradores del sitio, se contactaron a través de avisos en el diario, algo asi como "Busco gente para comprar tierra y crear una comunidad, quiere unirse?" Con el tiempo, más familias se han unido al proyecto, algunas cosas han cambiado, algunas relaciones se han hecho mas profundas y fuertes; otras se han deteriorado un poco, por esas cosas humanas. Alemanes, holandeses, kiwis, suecos (o suizos?), y hasta una mujer china, Ning!, componen la comunidad. Asi es en todo Nueva Zelanda, extranjeros, inmigrantes, mestizos, forasteros que se han establecido en el pais, por distintas razones, por todos lados, incluso podria llegar a decir que los Kiwis son la minoría!
Robert y Marijke son un matrimonio Kiwi que viven en la Aldea desde hace 7 o 9 años, pero que formaron parte del proyecto desde sus inicios. TIenen 2 hijos: Anton(22) Y Kane (20). Al principio, cuando recién se cambiaron a la granja, vivian en una cabaña que construyeron, de 3x8, con sus 2 hijos, pues pensaban que seria solo provisorio mientras construian la casa verdadera, pero sucedio que el proceso de construccion se extendio un poco y finalmente han demorado casi 7 años en terminar la casa para habitarla. Todo este tiempo han vivido en la pequeña casa, y a la vez recibiendo wwoofers todo el año. Son el máximo ejemplo de casa chica y corazón gigante! Hay un contraste enrome entre la pequeña cabaña y el castillo que han construido como su hogar; y es de hecho comprensible que despues de vivir tanto tiempo en un lugar taan reducido deben necesitar construir en grande y tener espacio de sobra y libertad de movimiento.
Talentosos y autosuficientes, construyen todo lo que ves. Robert es seco con la madera, los cables y esas cosas, con las instalaciones de agua, las maquinas, es un maestro chasquilla de verdá. Marijke es mitad artista mitad permacultora, pero principalmente una granjera chasquilla, diría yo! Le pega a todo, y le pone su cuota de estetica al lugar.
Cerámicas y mosaicos, esculturas, jardines y huertos, pilas de compost, pasillos, estructuras, reparaciones, rejas, muros, y detrás de todo lo que tocas hay una gran dedicacion y mucho tiempo empleado, una expresion de arte yun diseño minucioso. Al mismo tiempo Marijke es la cuidadora de sus vacas, chanchos kuni-kuni, gallinas silvestres, caballos y Ruffie el perrito fiel.(Olvidaba nombrar los tres gatos: Quichy, Ziggy y Digar, los adorados de Robert).
Very busy people! Siempre muchas tareas por terminar o empezar. Entre la interminable construccion del castillo con todos susu detalles y el manejo de la granja en general, con todos sus seres vivos.
Otra de las miles de aplicaciones. Esta, en la renovada cabaña, ahora habitable para la mamá de Marijke)
(La terraza de ceramicas recicladas + infinita pega!)
Tranquila, no guardo rencores. Ya está el dedo sanado de todo mal y una nueva uña crece lento pero seguro. :)
Nos vemos en la siguiente parada!